sábado, 23 de abril de 2016

Despedida y agradecimiento al Príncipe

La primera vez que supe de Prince fue en 1988. Me regalaron unos vinilos recopilatorios y recuerdo que, mi primo, escandalizado, me señalaba la foto en miniatura de la portada de su disco Lovesexy. Aunque la canción incluida en el disco no me resultara especialmente atractiva (Alphabet St.) si lo fue aquella portada. ¡Guau! ¡Un artista de modos extraños, de canción extraña y desnudo en la carpeta del disco! Había que seguirle la pista.

Aunque alguno de sus más grandes éxitos los había publicado con anterioridad, nada prohíbe a nadie revisar la discografía de un cantante así que, a pesar de los pocos medios que tenía en los 80 y tener sólo 11 años en aquel momento hurgué un poco y desde entonces cuento con auténticas joyas suyas como Kiss (que me da la vida nada más oírla), If I was your girlfriend (me descubrió su poderío vocal) o la archiconocida Purple rain. De ahí en adelante sería y sigue siendo uno de mis referentes musicales a pesar de entender poco (sólo hice estudios elementales de solfeo así que no sé mucho de partituras, notas o calidad musical) pero sentir mucho. A fin de cuentas para eso es la música, ¿no? A mí, a pesar de su físico (poco agraciado, la verdad) y su estética ambigua y recargada, lo que me importaba era cómo sonaba y cómo me hacía sentir. Transpiraba sensualidad, soul, funk, ese ritmillo indescriptible, un desgarro sin límite, versatilidad en todos los aspectos creativos, vocales, instrumentales y estilísticos, olía y sonaba a SEXO, vamos que oírle me ponía.

Su gran explosión mundial llegaría con discos como la B.S.O de Batman, o el maravilloso Diamonds and Pearls.
La cadena de televisión Mtv aún era un buen canal y era realmente acojonante ver cómo se movía en sus vídeos y cómo transmitía con su música y sonidos personalísimos un estilo de vida extravagante y fuera de lo habitual.  Su participación en el disco Like a prayer de Madonna y la autoría de determinadas canciones cedidas a otros artistas (Bangles, O´Connor, Martika, Nona Gaye) convertidas en grandes éxitos no hicieron más que confirmar que tenía artista para rato a pesar de las leyendas sobre su figura, las excentricidades de su vida y su carrera, sus problemas legales (se pusiera el nombre o símbolo que se pusiera, para mí era Prince, siempre Prince, con su sello incuestionable) o la dificultad para entender algunos de sus proyectos, experimentales o comerciales.
Me aparté un poco de su trayectoria después de The Gold experience debido a mi cabreo con la industria musical y a la llegada de Internet pero al poco la retomé y, aunque continuaba experimentando y haciendo lo que le daba la gana en cada uno de sus proyectos, le he seguido en todas sus publicaciones hasta la última, su HitnRUN Phase Two de 2015, que me devolvió la alegría por lo nostálgico de su sonido, recuperando a un Prince que me parecía necesario.

Tenía la esperanza de verle en directo alguna vez. Como a muchos otros que han desaparecido en la última década. Estoy cabreado y triste porque me siento un poco huérfano de mis referentes (por suerte son bastantes y aún queda algún otro), artísticamente hablando, por supuesto, porque empiezo a sentirme mayor y porque los referentes actuales son…distintos. Ser mitómano es lo que tiene, y yo lo soy, aunque cada día me planteo más dejar de serlo por los disgustos que me dan.
Elegir una sola canción me resulta del todo imposible. En todas ellas se intuye el alma por extrañas que me parezcan. Mis playlists incluyen desde las más hasta las menos conocidas así que, me quedo con su obra, con su imagen y le agradezco enormemente las buenas canciones y momentos que ha aportado a mi vida y le deseo paz.

jueves, 23 de julio de 2015

¿Hay algo más intenso...


... que ver a Chris Pratt en Jurassic World? Si, ¡ver a Chris Pratt en Jurassic World en moto flanqueado por 4 velociraptores!
¡Madre mía! ¡Jo jo jo, qué espectáculo! ¡Como sólo los americanos saben hacerlo! También está Bryce Dallas Howard, claro... y Chris Pratt. Y los dinosaurios... y Chris Pratt. ¿Qué más da que la película sea previsible o contenga guiños a las peliculas anteriores de la serie? ¡Está Chris Pratt!

domingo, 21 de junio de 2015

Una persona que...

... llena un gran espacio, ante un gran público sin decir ni una sola palabra ni necesitarlo es para mí un artista. Es el mejor indicativo de la fama y profesionalidad precedentes. El concepto de "artista" tal cual debería ser considerado no se está usando en la actualidad correctamente y se otorga excesivamente a la ligera a quienes realmente no lo merecen. Ante Verónica Forqué no hay que tener cuidado. Se la puede llamar así con todas las letras. Se las ha ganado y se las gana cada vez que aparece en el escenario.
En la obra Buena Gente, de David Lindsay-Abaire adaptada por David Serrano, brilla esplendorosa. Nada de comedia aunque nos haga reir por momentos. Es un drama. Real y social. Y la Señora Forqué lo hace auténtico. Lo de ser o no buena gente y lo de tomar decisiones equivocadas o acertadas ya cada uno decidirá en qué momentos y en qué circunstancias porque todo es asquerosamente relativo y la suerte puede acompañar o no. Lo realmente importante aquí son las vidas y aquello que las une. Salí realmente contento por el gran trabajo expuesto en el escenario (Pilar Castro, ¿para cuándo un gran protagonista?) y dolido por la dureza de un relato que cuenta una historia que puede pasarle a cualquiera, que le está ocurriendo a muchos.

sábado, 6 de junio de 2015

Con cuernos y...

... y sin ellos, desde su personaje en Harry Potter, Daniel Radcliffe me ha llamado la atención. Ya sé que me pilla lejos la adolescencia pero es así. A él también le pilla algo lejos... menos, pero me consuela je, je, je. Además, ha crecido bien en la pantalla, como en su día hizo Elijah Wood, así que todo esto es motivo de sobras para ver la película que se estrena este fin de semana en España aunque lleve circulando en VOS en Internet desde hace mucho. No he leído el libro del que proviene el guión de la película pero sin duda la película es una obra para un público adolescente poco exigente. La ambientación es buena, los actores también y los cuernos hacen que el personaje y su historia atraigan mi atención pero la mezcla de géneros es tal que al final no sabes si has visto un thriller, una película fantástica, un romance o una comedia de terror con toques de gore. No me ha sentado mal pero tampoco me ha convencido. Creo además que pasará algo inadvertida entre el público patrio. Sólo destaco a Daniel, esforzado como en La mujer de negro (que me gustó bastante más). ¡Hasta otra!

sábado, 7 de febrero de 2015

De regreso...

Bueno, hace bastante que no me asomo por aquí, sobre todo porque ultimamente me cuesta bastante ver una película completa. O bien me hacen perder el interés al poco de empezar o bien el metraje es excesivamente largo y el tiempo no acompaña. Lo cierto es que ayer me enganchó La isla mínima. Probé suerte a ver si era tan buena como cacareaban y si, lo es. Excelente ambientación, excelentes los actores y la música. Un buen thriller con una fotografía espléndida. Si he de criticar algo es quedarme con la sensación de que algunos puntos no me quedan claros o cerrados en la historia... o eso pienso. De todas maneras os enlazo la opinión de mi buen amigo desde su butacón para más detalle:
http://elbutacondekasko.blogspot.com.es/2014/09/la-isla-minima-2014.html


sábado, 20 de septiembre de 2014

Podría escoger...

... cualquier fotograma de la película de Paco León para ilustrar esta entrada pero me resulta dificil. Cada uno de ellos ofrece un icono de autenticidad, castizo hasta reventar. Hay imágenes tan de cine que no podrían ser vistas más que en una pantalla, sea cual sea su tamaño. Esa cocina, ese cementerio... han sido pensadas sólo y exclusivamente para que nos llenen los ojos de la vida que respiran.
Últimamente las críticas cinematográficas que leo no concuerdan con mi opinión después de ver la película y puede que la razón esté en que exija más al cine que veo (o me estoy volviendo algo lerdo) o bien que el nivel de exigencia de los críticos ha bajado (o han sido bien untados para decir lo que dicen de determinados productos para que se vendan mejor). Por ejemplo A propósito de Llewyn Davis de los hermanos Coen ha sido alabada hasta cansar y a mi me aburrió hasta el punto de querer dejar de verla.
Carmina y Amén no aburre, duele pero no aburre. Retrata y exagera. No quiero decir que encuentre realismo o surrealismo en ella pero si una gran dedicación al trabajo y hacia la figura materna como bien apunta el director al inicio de los títulos de crédito finales de su película. Es negra por mucho que te rías y profundamente ácida, como los chicles de fresa que primero amargaban pero después te encantaba su sabor. Cuesta verla si piensas que sólo es una comedia sobre Carmina. A veces nuestro cine español tiene que mentir para llamar la atención del público y en muchos casos ofrece un producto de una calidad mayor de la que en su superficie podemos ver o en la información que trasciende de ella. Carmina ha crecido como personaje cómico pero en esta ocasión lo es de una forma oscura y definitiva. María León es un torrente de emociones imparable y hace grande cada escena. Me quedo particularmente con esa en la que repite fielmente los actos de su madre en la cocina. O con la de la acusación.
Es en definitiva y para mí, un título muy recomendable. Escojan bien el momento para verla. No doy más detalles porque espero que la vean y me comenten, por favor.


viernes, 5 de septiembre de 2014

A ver...

... hagamos un repaso a los títulos de películas que he podido ver en estos 3 últimos meses. La cartelera de cine de este verano ha sido nefasta. El origen del planeta de los simios es técnicamente muy buena y su argumento correcto pero nada nuevo. Sex tape me ha parecido muy gamberra y en algunos momentos divertida pero en otros absurda y ridícula. Transformers es una tomadura de pelo desproporcionadamente malintencionada. Horrenda desde principio a fin y eso que es larguísima, innecesariamente larguísima (los que me digan que la culpa es mía por meterme a un cine a ver semejante bodrio tienen razón: culpable e imbécil.). A propósito de Llewyn Davis me parece estar bien hecha, bien actuada, pero elevarla a la categoría de obra maestra como he visto hacer me hace plantearme seriamente si mis criterios a la hora de ver y entender cine son los más correctos aunque claro, si volvemos al comentario anterior en el que confieso haber visto Transformers 4 pues quedaría totalmente justificado que me dijeran que no lo tengo... También podría poner en tela de juicio las opiniones de tanto erudito cinematográfico y demás artes que encumbran trabajos que parecen hacer Historia y para mí ni fu ni fa, que quieren que les diga...


Sólo salvaría Guardianes de la Galaxia porque me pareció muy divertida, colorista y entretenida (aunque tampoco sea nada nuevo, por supuesto) y recomendaría a aquellos que, como yo, aún no hayan visto la serie Breaking Bad le echen un buen ojo porque la primera temporada es de aúpa. Continuaré viendo las restantes sin duda alguna. Del resto no voy a molestarme en colocar cartel porque prefiero olvidar pronto para que me duela menos la honra y el bolsillo. Ah, críticos del mundo, entiendo que defendáis una serie de productos porque vuestro trabajo dependa de ello y los intereses de una productora también pero estaremos de acuerdo en que hay "cosas" tan indefendibles como la inocencia de todos los corruptos que pueblan nuestras noticias.

martes, 10 de junio de 2014

Si Angelina Jolie no existiera...



... tendrían que inventarla.
Desde que hace algunos años se pusiera de moda dar dignidad y otro enfoque a los personajes malvados de los cuentos infantiles de toda la vida e incluso a los propios cuentos (llevando al máximo la rentabilidad de una misma historia ya relatada cientos de veces) hemos podido ver proyectos originales, aciertos y desaciertos que pueden hacernos pensar que la Maléfica de Angelina Jolie llega con algo de retraso. Si se supera la frontera del hastío y le damos una oportunidad podremos disfrutar de una película que si bien no es la mejor en la carrera de su actriz protagonista ni tampoco la mejor de todas esas revisiones de la literatura infantil de las que antes hablaba, si es bastante entretenida (aunque algo lenta y aséptica también) y bien dispuesta al servicio de la Jolie. La película es y gira en torno a ella en todo momento, que para eso ha puesto el dinero de su bolsillo y para eso la película se llama sólo y exclusivamente Maléfica. Lo mejor es que Angelina Jolie no defrauda. Su personaje ni es tan malo ni es tan bueno pero su saber estar es incomparable. Para mí, lejos del resultado de la película (que está siendo muy bueno), Angelina es la heredera en cuanto a interpretación y prestancia de aquellas actrices (y actores, que ella vale por much@s) del Hollywood dorado, blanco y negro que ya no existe. El resto de la película es correcto y muy espectacular en cuanto a efectos y resultado.


Por otra parte y gracias a Fotogramas, mi revista de cabecera desde que era adolescente, he leído (un poco tarde, pero es lo que tiene estar prácticamente fuera de onda) que los grandes Gabriel García Márquez y Bob Hoskins ya no están entre nosotros. Cada día se marcha gente, todos importantes y muchos nos dejan un buen recuerdo, algún buen motivo para recordárles. En sus casos buenos libros y entretenidas películas. Sólo por eso merece la pena.

jueves, 5 de junio de 2014

Un poco tarde...


... pero disfrutada. Por una buena película no pasa el tiempo. O por una buena historia. O por unas buenas actuaciones. Este es el caso de 15 años y un día. Tiene ya algún tiempo y había intentado verla en un par de ocasiones pero por una cosa u otra no lo había conseguido hasta esta tarde. La que vemos en la película es una historia contada con sencillez y dejando que lo grande se lo lleven sus espléndidos actores. No es en mi opinión una película para representarnos en los Oscar porque allí quieren mucho más artificio y espectáculo de lo que a simple vista esta cinta ofrece (sobre todo si no se sabe ver). Pesos pesados como Valverde, Sánchez o Verdú no necesitan explosiones para hacerse notar, ya explotan ellos soberanamente bien otras situaciones mucho más importantes y, según se mire, más económicas y ordenaditas que las catástrofes urbanísticas y humanas que día sí y día también les hacen sufrir a los pobres americanos aunque sean por medios informáticos en cada blockbuster que ruedan. Es impagable el tú a tú entre Belén López y Maribel Verdú en la cafetería del hospital. Es tan de verdad que lo llena todo. Los chicos también cumplen con su trabajo, especialmente la joven encargada del locutorio que transmite una calma, honestidad y madurez muy necesitada por el personaje adolescente protagonista. El reflejo de la problemática adolescente me sabe a poco pero lo visto en la película es tristemente real y tiene difícil solución. En definitiva, me ha parecido una película modesta pero bien estructurada, bien contada, bien interpretada y con buena calidad.


Justo lo contrario me está ocurriendo con la que hasta hace poco me resultaba una serie apasionante: Juego de Tronos. Aunque al principio me resistí al boca-oreja al final devoré las 3 primeras temporadas e inicié con ansia la cuarta. Dejando a un lado el sangriento tema de que en cada capítulo muera alguien o sufra lo indecible (a veces una muerte esperada y deseada, otras no), estas últimas entregas me están pareciendo un relleno insulso con el objetivo de rentabilizar al máximo los contenidos de los libros que ya de por sí me parecen lo suficientemente abultados como para tener que estirarlos en el tiempo mucho más. Como no dejen pronto de allanar terrenos y plantear situaciones que no avanzan van a perder adeptos tan rápido como los adquirió. ¿Oído R. Martin?

lunes, 12 de mayo de 2014

Sopor y parientes... explosiva mezcla.


La idea de que la familia puede ser una bendición o una maldición estaba muy clara en la mente del autor de la obra en la que se basa esta película. Tracy Letts, el ganador del Pulitzer por el drama August: Osage County se despachó a gusto en este retrato de y entre parientes que primero fue representado en Broadway y luego en el resto del mundo, incluida versión castellana espectacular según tengo entendido y que me habría encantado ver y disfrutar, y luego llevada al cine con un reparto de actores inmejorable. Sólo por ver a Meryl Streep aparecer e interpretar su personaje en los 5 primeros minutos de metraje merece la pena tragarse a dolor este drama que no deja títere (con parentesco o sin él) con cabeza. ¡Qué señora! ¡Qué admirable su profesión!
El resto del reparto no es para menos, eh. Si al comienzo Julia Roberts me pareció floja e incluso abrumada por el peso escénico de la Streep poco a poco va ganando peso hasta convencernos de que lo suyo también se llama fuerza. Recupera a Juliette Lewis para el cine y a un desmejorado Dermot Mulroney pero están perfectos en sus papeles. Siento que Abigail Breslin apenas tenga relevancia en el film pues ha crecido muy muy bien y pienso que esta chiquilla aún tiene mucho que dar de sí. Puedo decir lo mismo de Ewan McGregor, que siempre merece más pantalla que nadie. Benedict Cumberbatch sigue sin convencerme demasiado, justo lo contrario que la, al principio, entrañable pareja formada por Chris Cooper y Margo Martindale que más tarde deviene en amarga realidad conyugal.
Lo que si queda claro es que reuniones como las de la casa de los Weston sólo quieres vivirlas como espectador y no como participante, menos aún si tienen un desenlace como el que nos zampa a bocajarro y zanja la idea que rondaba por la película sobre lo miserables e insignificantes que llegamos a ser los humanos.
Este es un relato crudo con verdades reveladas sin contemplaciones aunque no por ello falto de realidad. Situaciones como las descritas en esta cinta y otras infinitamente peores ocurren... hasta en las mejores familias.

domingo, 16 de marzo de 2014

¿Qué más da...

... si los apellidos son vascos o andaluces? Lo que importa es pasar un buen rato y no tomarse todo esto demasiado en serio. Esta película no tiene más pretensión que esa y lo consigue. Tiene todos los tópicos existentes y exagerados hasta el máximo y un argumento ligero, ligero pero funciona gracias a los 4 actores principales. Dani Rovira está en racha y es muy natural, Clara Lago preciosa y siempre eficiente aunque repitiendo el mismo carácter en sus papeles, Karra Elejalde entrañable y Carmen Machi... es la gran Carmen Machi. Como comedia romántica está bien estructurada y no hay en ella ningún sobresalto más que el de la risa. Sin duda alguna, para mí lo mejor de todo es, aparte del hecho de que un cine local apueste por estrenar una película española el mismo día que a nivel nacional y mantenerla en cartelera durante toda la semana, que una película española haya llenado completamente la sala de cine. No tendremos un cine tan malo como algunos intentan hacernos creer... ¿no? ¡Arriba esa cuota de pantalla!

jueves, 6 de marzo de 2014

Ender, Ender, Ender...

Hacía tiempo que quería ver la adaptación al cine de la historia de Ender. Conocí el libro en el que se basa la película gracias a un compañero de trabajo que me comentó acerca de él y lo leí por curiosidad. El juego de Ender es, justamente, una de las historias de ciencia ficción más adictivas que conozco y una de las pocas con niños como protagonistas que pueda parecerme ingeniosa e inteligente. Me entusiasmó el relato como a muchos otros millones de lectores y no era fácil llevarla a la pantalla con acierto... y así ha sido. Me imaginaba que la película sería fiel al escrito original teniendo en cuenta que el propio autor estaría en el proyecto y en ese aspecto no defrauda. Era complicado plasmar el ambiente que rodea a Ender pero los ordenadores lo pueden todo hoy así que técnicamente la película está bien. Lo que no me ha gustado es la reducción de tramas tan drástica que han sufrido tanto la historia como los personajes. El libro desarrolla situaciones que la película ha eliminado por completo y que considero importantes para conocer tanto el origen del personaje como su evolución. Me ha resultado una película hecha a trozos un poco desconcertantes y con la intención de aportarle agilidad pero que ha conseguido justo lo contrario, hacerla lenta y que el interés se pierda paulatinamente hasta quedar en un boceto de lo que podía haber sido.
¿Para qué un reparto de actores importante si luego sus personajes quedan desdibujados e incluso ninguneados? ¿Se aprovecha de verdad a un Ben Kingsley que aparece en pantalla pocos minutos? ¿O a una Abigail Breslin guapísima pero completamente anulada de la historia a pesar de la importancia que tiene sobre Ender? ¿Han quedado las espectaculares batallas narradas por Scott Card en las salas de montaje? ¿Por qué no han dividido en varias entregas la película igual que hacen con otras historias ultimamente? Tal vez así habrían conseguido un mejor producto. Sin duda me quedo con el libro.
No voy a decir que la película sea del todo fallída puesto que a aquellos que no conozcan a Ender y sus aventuras puede llamarles la atención y hacer que lo lean, algo que recomiendo mucho si quieren disfrutar de una lectura ligera pero con trasfondo, con personajes muy peculiares en una historia que lo es aún más.

sábado, 1 de febrero de 2014

Es la tarde perfecta...

... para hacer vida contemplativa. Si aparte de mirar por la ventana te quieres asomar a la de la televisión, que también ofrece lo suyo aunque de manera muy distinta, aquí os dejo un par de recomendaciones. Gravity hace honor a su nombre y contagia descarada y magistralmente la tensión y agorafobia que desea hacernos sentir. Es una película-espectáculo impresionante desde principio a fin. Las imágenes son apabullantes en todos los sentidos y de una belleza superlativa (esa imagen fetal y sin respiración, la desorientación del personaje o las escenas finales son puro cine). Pasé todo el metraje apretujado en el asiento sintiendo hasta el frío de una Sandra Bullock preciosa, angustiosa y precisa. Desde que apareciera en Demolition Man sabía que no era una más y que iba a quedarse para mucho tiempo. Puede gustar más o menos, pero ahí está y cada vez mejor. George Clooney siempre está en su sitio, un gran cachondo. La historia es un auténtico grito por sobrevivir aún en las condiciones más difíciles e improbables. ¿Que es una americanada? Pues sí, pero también es emoción inteligente y muy recomendable para aquellos a los que les gusta que una película traspase la pantalla y te haga sentir su mensaje directamente, a las bravas.

Por otra parte, hace algún tiempo que las comedias románticas están dejando de ser típicas y se están convirtiendo en algo más que un chico conoce a chica o cualquier otra variante de género para ofrecernos mensajes en segundo o primer plano que satisfagan a espectadores más exigentes. Es algo que me alegra, que no nos tomen por tontos. No sólo hay amor en esas relaciones sino todo un mundo alrededor lleno de circunstancias que enriquecen la historia y la hacen tomar forma, llegar a buen puerto o fracasar. En Una cuestión de tiempo, de Richard Curtis añadimos a la cuestión del amor una particularidad: los saltos en el tiempo. ¿Quién no ha pensado que si pudiera volver atrás haría las cosas de otra manera? Cuidado, no se queda en la superficie, es algo más profundo que centrarse en la relación de ambos protagonistas (la buena comedia británica no podría defraudar así). ¿Qué harías tú? ¿Qué sacrificarías? ¿Es posible extrañar horriblemente a alguien que aún no se ha ido? ¿Existe consuelo para ese dolor? Esta película tiene momentos inolvidables, una banda sonora preciosa, un reparto de actores espléndido y ese encanto british que la hace maravillosamente triste y alegre a la vez.
Tanto si queremos pasar un rato de altos vuelos como si preferimos algo más terrenal, cualquiera de las dos es una buena y satisfactoria opción.

domingo, 26 de enero de 2014

Cómo me habría gustado...


... participar en esta película. Me lo habría pasado en grande, seguro. La gran familia española es uno de esos títulos que, para ser bien promocionados y enganchar al público más reacio al cine español, nos venden como una comedia aunque luego te encuentras con mucho más y distinto en la sala, algo que, por supuesto, agradezco y admiro. No es fácil divertir y emocionar al mismo tiempo pero esta familia lo consigue. Su director lo consigue. Todo el reparto lo consigue. Están simplemente espléndidos, todos. Desde los más jóvenes hasta los más experimentados desprenden un cariño y una calidez maravillosas. ¡Qué grande es Verónica Echegui! ¡Qué presencia más rotunda en cada una de sus escenas! ¡Cómo roba planos Miquel Fernández! ¡Qué dúo el de Roberto Álamo y Antonio de la Torre! ¡Quim Gutierrez me cambia un poco el registro! ¡Incluso los personajes secundarios se hacen querer!
Es cierto que el argumento no ofrece una historia terriblemente original pero la preciosa finca en la que la historia sucede, el tratamiento y exposición de las actuaciones y los diálogos y las situaciones que plantea su director aportan frescura y autenticidad a cada uno de los personajes y consiguen que la historia resulte dura, real y entrañable. ¿Quién no ha vivido situaciones familiares surrealistas? ¿Quién no las vive aún? Y al final son eso, grandes familias. ¿El fútbol? Bah, es lo de menos.