De momentos mágicos está hecho todo lo que nos rodea, ¿no? Son los únicos que debemos guardar en nuestra mente. Ayer, el circulo, nuestro círculo pasó una tarde de buenos momentos: la victoria de España en el partido contra Francia con unas pizzas y algunas otras guarrerías, fuegos artificiales y ritual mágico de San Juán en la playa y para terminar concierto de Diego Martín. Nada mal para dar la bienvenida a un verano que ya está a la vuelta de la esquina. Y no hizo falta mucho, sólo ganas de pasar un buen rato.
Otro buen rato nos lo hizo pasar la película Promoción Fantasma. Española, sí, española. Y muy divertida, que no están los términos reñidos. Ingeniosa mezcla de humor adolescente, institutos, bailes de fin de curso, referencias clarísimas a ese club de los cinco de los años 80, a los fantasmas y a la consecución de objetivos vitales. Por supuesto el amor también. Los actores, especialmente Raúl Arévalo y Alexandra Jiménez, están geniales. Para que luego digan que no somos capaces de hacer cine de calidad pero con la autenticidad que nos caracteriza.
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