viernes, 2 de septiembre de 2011

Cuando uno va al médico...

... espera ser tratado y atendido como paciente y persona. Cada uno de nosotros en ambos casos somos distintos. Podemos tener más o menos formación, mayor o menor grado de conocimiento de la enfermedad que padezcamos pero coincidimos todos, TODOS en que somos personas. Esta mañana he visitado a una especialista que me ha despachado en 9 minutos (tengo el justificante con la hora de entrada y salida). En pocas palabras me ha dicho que dada mi situación ¿qué cirujano iba a querer operarme si no hay garantías a día de hoy de que una segunda intervención sea satisfactoria y no provoque más problemas? Ella no lo haría, según me ha indicado. Viendo que llevo un año con la misma dolencia me ha dicho que continúe con la medicación que hasta ahora tengo prescrita y que me aguante porque, a día de hoy, lo mío no tiene solución. Aparte de la medicación he recibido también 3 infiltraciones epidurales a base de corticoides para reducir el dolor y mejorar mi calidad de vida.
Señora Neurocirujana, tengo una hernia de disco en la zona lumbar, no un cáncer terminal. Ya me operaron de una hernia en la misma zona y con las mismas características hace 10 años y resultó bien. Si con mi edad, 34 años, no puedo ponerme los zapatos, permanecer de pie más de 4 o 5 minutos, sentarme correctamente sin poder relajarme, cambiar de postura al dormir y a veces andar, díganme, ¿buscarían una solución? Creo que sí. Usted misma, Señora Neurocirujana, lo haría.
Le ha dado igual que le informase de mis visitas a un acupuntor y a un quiropráctico privados, no me ha explorado. También su respuesta ha sido ambigua y muy parecida a la de los políticos (hablar sin decir nada y sin mojarse en sus respuestas) cuando le he preguntado si la terapia de Ozono es indicada para mí. Ha contestado que no es mala pero que puede que no me sirva de nada. Simplemente ha soltado su experimentada opinión y a otra cosa. Y eso que no había ningún paciente mas en la sala, no entiendo las prisas siendo las 10 de la mañana... tal vez quería salir a desayunar... ummm...

Rehabilitación. Eso es lo que me ha recomendado. Y las pastillas claro. Así en unos meses no sólo tendré una hernia sino también una bonita úlcera estomacal (7 pastillas al día y aumentando).
No voy a criticar a la Seguridad Social. Es injusto. Es útil y muy beneficiosa. No sabemos cuánto. Pero sí que voy a criticar a esa minoría de profesionales que no empatizan con el paciente, no informan debidamente, no atienden con la delicadeza que a veces una situación requiere y no tiene en cuenta que lo que tiene delante no es un bulto molesto sino una persona, con una vida igual que la suya Señora Neurocirujana. Tal vez sea usted una gran profesional en el quirófano, incuestionable, pero le aseguro que, en el aspecto comunicativo, es usted nula e hiriente. Claro que no es el primer médico y médica que me ha tratado así e incluso peor... y eso que se supone que su vocación y profesión es curar a la gente y no hacerla enfermar y sufrir más de lo que ya lo hace... a menudo olvido que los conceptos "profesional" y "persona" no tienen por qué ir de la mano... por suerte también los hay que son buenos profesionales y personas.
Espero, Señora Neurocirujana, que tenga usted un buen día, no como mi mañana después de visitarla.

1 comentario:

  1. Vaya tio lo siento por ti, es triste leer lo que cuentas, pero se que es asi, he padecido algun caso similar en mis carnes y se de otros casos parecidos en mi familia. Es mas comun de lo que parece.
    Un abrazo!

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