En una de las fiestas locales más auténticas que he vivido, ayer por la noche juzgaron en la orilla de la playa de San Cibrao, Lugo a la famosa Maruxaina (http://www.amigosdamaruxaina.com/) después de un espectacular castillo de fuegos artificiales y a los gritos de la gente que la llamaban y el sonido de las caracolas de mar sopladas por los pocos pulmones que aún tenían fuerza para ello después de un día rebosante de sol. Pocas fiestas como esta de entre las muchas que se dan durante todo el verano en la geografía española por lo general dedicadas a los patrones y patronas de cada municipio. También distinta en duración: 1 solo día. Eso sí, 1 día lleno de música de gaitas y charangas, de bebida y comida como sólo Galicia es capaz de ofrecer, en enormes cantidades e irrepetibles en sabor a mar y tierra. La gente del pueblo y alrededores disfrutan ataviados del típico traje de maruxain@ en muy distintas versiones pero todas con un mismo fin: recordar la figura de los pescadores y sus mujeres que llenan esta tierra de mitos y realidades. Personalmente disfruté todo lo que pude el día en distintos momentos y gracias a la compañía de Lola y Marcel y sus amistades en un entorno familiar, amable y cariñoso. Se me pusieron los pelillos del cuerpo como escarpias ante las llamadas a la sirena en la noche y la llegada a la orilla capturada, a pocos minutos de ser juzgada. El final del juicio no lo conocemos pero la música y el baile continuó hasta bien entrada la madrugada por lo que deduzco que la salvaron de la quema y las acusaciones de bruja.
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