Me hace gracia oir a gente que dice: me encanta la fotografía. Se refieren en la mayoría de los casos a la fotografía familiar o paisajística, claro, porque en muy raras ocasiones lo hacen a la fotografía como exponente visual de testimonios, denuncia, información, manifestación cultural o de cualquier otro tipo. Esto no quiere decir que la fotografía familiar o paisajística no tenga su encanto pero para mí, con la fotografía hay que ir más allá. Los grandes fotógrafos no lo son porque sepan darle al clic con una mejor luz o un mejor encuadre sino porque con lo fotografiado establezcan una comunicación entre imagen, ojo y cerebro que trascienda a algo mucho más importante. No me enrollo más. La fotografía es para disfrutarla con todos los sentidos. Os dejo una aquí que sin duda va a despertar muchos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario