martes, 5 de noviembre de 2013

Y mal inicio

En Melilla estamos acostumbrados a quejarnos sobre los malos servicios con los que contamos y sobre la escasa competencia existente que favorece el abuso hacia el cliente. Cuando una nueva empresa pretende abrir mercado hay quien prueba para ver si existe diferencia y hay quien no lo hace por recelo. Hemos probado Melilla Airlines este pasado fin de semana. Y una vez más comprobamos que existe la diferencia. En este caso como en muchos otros, la diferencia es negativa. Compramos billetes para irnos el puente de Noviembre, desde los dias 1 al 3 concretamente. El vuelo hacia Málaga estuvo bien. El avión correcto, sin más, igual que el de Iberia. El servicio correcto, sin más. La vuelta ya fue otro cantar. En primer lugar adquirimos el billete con vuelta el día 3 de Noviembre a las 19 horas. Cuando recibimos la confirmación de compra del vuelo la hora de vuelta había sido modificada a las 17:30h pero el billete ya estaba comprado y pagado por lo que no había posibilidad de marcha atrás. El mismo día 3 de Noviembre por la mañana intentamos confirmar que la hora del vuelo era exactamente esa, las 17:30 pero tanto en la página de Melilla Airlines como en la de Aena los horarios eran distintos o simplemente no aparecían. Intentamos contactar con la oficina de atención al cliente de Melilla Airlines pero el horario de atención los domingos es a partir de las 17h así que de nada nos servía ni ayudaba a aclarar el horario. Al llegar al aeropuerto de Málaga con tiempo suficiente para el vuelo la hora de salida se había modificado y supuestamente sería a las 18:40h pero claro, en el mostrador de atención al cliente no había nadie para informar al respecto ni tampoco estaba abierto el servicio de facturación de maletas. Los pasajeros (muy molestos) que ya esperaban no tenían información ni nadie a quien preguntar, sólo había un bolso sin dueña pero con objetos personales, las luces encendidas y la reja cerrada en la oficina de Melilla Airlines en el aeropuerto de Málaga. Cuando la chica apareció poca información facilitó. Sólo que llevaban retraso en los vuelos desde la mañana. La compañía, de reciente creación, sólo tiene dos vuelos los domingos pero ese día hizo tres. Nada más supimos.
Al llegar al aeropuerto de Melilla encontré que mi maleta tenía roto el cierre de cremallera, que el candado de cierre de esa cremallera había desaparecido y que en la parte posterior de la maleta había una rotura de tamaño medio del material del que está hecha y que deja al descubierto la parte interior de la misma. Me dirijo al mostrador de la compañía a comentarlo y me comunican que el servicio de tierra lo lleva Iberia así que debo dejar mis datos de contacto, hacerle unas fotos a los desperfectos en la maleta y enviarlos a una dirección de email de la compañía en ese momento. Hice lo que me indicaron y ayer, Lunes, una señora se comunica conmigo para pedirme que les lleve la maleta de nuevo al aeropuerto para ver qué ocurre. Me paso de nuevo por el aeropuerto y me piden que la deje allí aunque la misma señora me indica que bueno, que no es tan grave lo que le ocurre a la maleta y que me llamaría para ver qué solución le daba a eso. Literalmente. Todo esto sin recibir ningún documento que acredite que he dejado allí la maleta ni que deje constancia de la reclamación que les hago a pesar de mi insistencia en dejarles más datos míos, hacer algún escrito o recibir algún documento que acredite lo que ocurre y que les entrego la maleta. En ningún momento me ofrecen ni facilitan la hoja de reclamaciones. Me indican que con haber dejado mis datos en un papelito es suficiente. Tal cual. Muy profesional, ¿no?
Como no han contactado conmigo he llamado esta tarde para ver qué solución piensan dar al tema. La misma señora me dice que no ha tenido tiempo de consultarlo y que en cuanto que pueda lo consultará. Le pregunto que eso cuándo será y me insiste en que cuando tenga tiempo. Seguimos en el mismo tono profesional, ¿verdad? Además me comenta que el cierre de cremalleras no está roto y que puede cerrar. Le explico de nuevo que ambas cremalleras se unen y el candado desaparecido las cierra. Ella piensa que no. Le digo que se trata de mi maleta y que sé perfectamente cual es el desperfecto. Su respuesta: No se equivoque, nosotros somos quienes decidimos si le compramos o no otra maleta. Endiabladamente profesional, si señora. Repite que me llamará cuando tenga tiempo para poder consultar qué hacer con la maleta. Así queda la cosa... de momento.
¿Nos extrañaremos de que a la compañía no le vaya bien y cierre? ¿Se repetirá el caso igual que a la compañía aérea anterior? Posiblemente. Y no, no me dolerá. Soy de los que prueban un nuevo servicio y si no me convence o no me atienden bien, como es el caso, dejo de usarlo. Como todo el mundo. Luego que cada uno decida. Siempre me hago la misma pregunta: ¿dónde encuentran a gente tan desagradable y tan poco profesional para atender al público pero tan conveniente (o eso parece) para las empresas?
Sinceramente no me extraña que tengamos lo que tenemos y nos falte lo que nos falte. Seguimos viviendo día tras día los atropellos, el descaro, las malas y pocas ganas de hacer las cosas bien, el favoritismo y los engaños de las empresas (aéreas y no aéreas) viejas y nuevas (qué lástima, con la falta que hacen).
Pues nada, larga vida.

2 comentarios:

  1. Ojú kiyo, vaya tela... como para encima hacerles buena publicidad!

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    1. Pues sí. ¿Sabes cuánta de la gente que estaba molesta en el aeropuerto de Málaga reclamó al llegar al de Melilla? NINGUNA. Lo dicho, tenemos lo que nos merecemos. Lo peor es que ni tan siquiera reclamando se consigue nada. Qué razón tuvo Arturo Pérez-Reverte en la entrevista que le hizo Évole en su programa...

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